Amor Propio
Cuando empecé hablar con él, algo raro sucedió, no estaba interesada en sus palabras, sólo me detuve a revisar el tamaño de sus manos ¿por qué mi interés en esa parte de su cuerpo? mientras divagaba y sólo me limitaba a mover mi cabeza como respuesta involuntaria a sus preguntas, decidí acercarme de tal manera que mis labios por poco besan su cuello, para mi sorpresa, el hombre poseía un aroma envolvente, extremadamente delicioso, que me hizo imaginar que me gustaría hacerle. Yo no tenía ni idea de lo que decía, en realidad ni me importaba, era la primera vez que un impulso oscurecía mi razón, fue una sensación delirante. Más tarde en mi casa; la imagen de sus labios, el tamaño de sus manos y el timbre de su voz se hicieron presente, fantasear con este hombre era algo que necesitaba, pero ante la ausencia de su presencia física, sólo un recurso pudo ser usado. Así que inicie un recorrido por mi cuerpo, mis manos hacían el papel de las suyas, mis labios fueron el punto de pa...